Apenas el 19 del presente en la entrega de ese día, señalábamos del ridículo que ahora se está confirmando, de la Subprocuraduría zona norte por el caso del bebé extraído subrepticiamente del hospital regional Poza Rica, cuando ya se empiezan a manifestar las primeras consecuencias, con la renuncia obligada del director de ese nosocomio, Oscar René Blanco Alarcón, quien dejó el encargo aunque interinamente, en quien fungía como subdirector Antolín Montero Alpírez.
Pero además, esto conjugado con la aparición de la mamá biológica que supuestamente regaló al niño que fue asegurado por la Agencia Veracruzana de Investigación, parece apresurar el ridículo que comentábamos de la Procuraduría General de Justicia del Estado vía Subprocuraduría en el norte de Veracruz, porque si eso se confirma, será otro traspiés craso, garrafal que merece una acción ya en serio de Felipe Amadeo Flores Espinosa, a quien están dejando en mal con la ignorancia exhibida en los sistemas de averiguación y de pesquisas para resolver los casos que se le presentan.
Ni
siquiera han sido capaces de enderezar en forma adecuada las averiguaciones,
menos las investigaciones, porque el hecho de que el doctor Blanco Alarcón haya
renunciado por la vergüenza derivada del caso del bebé o lo hayan hecho
abandonar el cargo, no quiere decir de ninguna manera, que debe quedar a salvo
de la presumible averiguación e investigación que realizan el subprocurador
Tomás Cristóbal Cruz y la AVI, porque seguramente que tiene información que
puede llevar a cuando menos establecer líneas concretas y firmes de
investigación para que la PGJE las siga como es su obligación.
Mientras
tanto, una joven mujer tiene que hacerse fuerte para superar la aflicción que
le representa y que no parece interesarle al Ministerio Público, la
desaparición de su bebé, más ahora que cuando tenía esperanzas de que el
asegurado fuera el suyo, pero aparece su supuesta madre biológica a reclamarlo.
Patricia Sánchez Reyes, tendrá que demostrar que en efecto, es la verdadera
madre de ese otro angelito que no tiene porqué andar en estos líos judiciales
tan pronto como ha llegado al mundo.
La
renuncia pues, no exime de una presunta responsabilidad al doctor Oscar René
Blanco Alarcón, aunque se ve que así, se le quiere proteger. Ciertamente el
caso se complica, pero gran culpa de esto tiene el subprocurador Cristóbal
Cruz, quien ha estado a la cabeza de las acciones para resolver el caso que
tiene a la joven señora Marisela García, desconsolada verdaderamente y de
hecho, sin esperanzas de recuperar a su bebé. En tanto, la partera Herlinda
Martínez Martínez, permanece a disposición de la autoridad judicial.
Ojalá
y la Subprocuraduría enderece las acciones que le corresponden ejecutar, para
que se realice una verdadera investigación que pueda conllevar a dar con los
responsables de este deleznable suceso que mantiene la atención de la sociedad
y que hará perder confiabilidad en sus servicios, al hospital regional Poza
Rica. El caso ha trascendido a nivel nacional y fue hasta entonces, cuando se
animaron a darle las gracias por sus servicios a Blanco Alarcón.